
- No sé cuándo me voy a morir. Aunque debo confesar que a veces me gustaría que me queden sólo unas horas. A veces me gustaría tener la capacidad de cortar en seco este dolor. De terminar con la angustia, de callar los gritos de auxilio que claman estas ausencias. Ausencias que me están comiendo viva. Ausencias que han decidido no callarse más ; Ya no encuentro una forma de canalizar esto que siento. ¿Cuánto más voy a cortarme?. ¿Cuánto más voy a evitar las comidas, o a saturarme de ellas?. ¿Existe, a caso, un límite para todo esto?. ¿Va a llegar, algún día, ése momento en que todo cese?. Que todo vuelva a la calma, que el mar por fin deje de golpear contra las rocas, que vuelva a sentir el corazón lleno.
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