jueves, 11 de marzo de 2010


- Nunca vas a entender, nunca vas a ver las cosas desde el punto que las veo yo. Y está bien, porque cada uno tiene que tener su punto de vista ya que eso nos hace diferentes, únicos. Pero sería tan lindo que por sólo 3 segundos comprendieras la magnitud del dolor que nació un día, y sin pedir permiso ni dar aviso previo, se instaló en lo más profundo de mi pecho. Sería tan lindo que fueras capaz de ver la reacción que provocas en mí cuando simplemente soltas las riendas y sos vos. Cuando no forzas las cosas, cuando dejas de escuchar a tu cabeza, cuando te sacas la coraza y me permitís ver a ésa persona que caló tan profundo en mi corazón. Pero ya no tiene sentido seguir peleando contra la corriente. Porque es así, cada dos pasos te volves a calzar la coraza y retrocedemos 4 casilleros. Porque sos tan cobarde que cuando empezas a perder el control de la situación tiras por la borda lo poco que pudimos construir. Ya me harté, no puedo seguir con éste puto juego macabro que te encargaste de construir entre nosotros. Éste juego que parece no tener un fin. Perdón, pero renuncio. Prefiero retirarme de la partida ahora y sabiendo que dí todo para que funcione. Hice todo lo posible para programarnos y que funcionemos con el mismo fin, pero no se puede. Me harté de subir al ring a tratar de ganar una pelea que siempre supe que tenia perdida. Quiero que sepas, y seas consiente, que a pesar de tener todas las apuestas en mi contra, y hasta una pelea con un final que no me beneficiaba, me pusé los guantes y pelee por lo que sentía. Porque así soy yo, y ese es mi modus operandi: actuar guiada por el corazón. No hay mejor consejero que uno mismo, ni existe voz más sabia que la que proviene de adentro nuestro, de nuestro corazón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario