- Dicen que el tiempo sana todas las heridas del corazón, y comprobé una vez más que así es. Por más critica e imposible de sobrellevar que sea una situación, por más inalcanzable que parezca el olvido, por más difícil que parezca de superar la perdida, todo, absolutamente TODO, pasa. Todas las heridas se cierran, todos los huecos se llenan, todas y cada una de las hendiduras por las que se filtraba el dolor se sellan. Mil y una vez pensé que te necesitaba, pero ahora me doy cuenta de que lo que necesitaba era dejar de creer en algo que nunca había existido. Releo lo que te escribí y me espanto, no me hallo, no puedo creer que haya escrito eso. Estaba tan convencida de que me querías aunque sea un poquito. Escribí muchas veces que creía fervientemente en lo que sentía cuando me mirabas, pero aparentemente las cosas cambiaron mucho. "Ojos que no ven, corazón que no siente", dicen por ahí. No sé si descarto del todo la posibilidad de que me quieras, creo que algo me tenés que querer para preocuparte por mi. Creo, no espero, sólo creo. Capas en éste tiempo pensaste en mi, te preguntaste como estaba, aunque nunca te encargaste de averiguarlo claro. Igual, no quiero hacer reproches. Me senté a escribir y ésto fue lo que salió. No quiero hacer un sólo reproche, ni uno. Ahora tengo la cabeza en otro lado, en otras cosas, en otras personas. Capas eso fue lo que necesitaba, alejarme un poco. Y aunque tardé en hacerlo, valió la pena la espera. Creo que todo se va dando como tíene que ser. Ahora aunque me acuerde de vos de vez en cuando, ya no siento esa imprudente necesidad de llorar. Supongo que ya te lloré lo suficiente en su momento. Tal vez nuestros caminos se vuelvan a juntar, no lo sé. Si eso llega a pasar espero que las cosas nos salgan un poco diferentes, y sino, buena suerte y hasta nunca.
jueves, 11 de marzo de 2010
- Dicen que el tiempo sana todas las heridas del corazón, y comprobé una vez más que así es. Por más critica e imposible de sobrellevar que sea una situación, por más inalcanzable que parezca el olvido, por más difícil que parezca de superar la perdida, todo, absolutamente TODO, pasa. Todas las heridas se cierran, todos los huecos se llenan, todas y cada una de las hendiduras por las que se filtraba el dolor se sellan. Mil y una vez pensé que te necesitaba, pero ahora me doy cuenta de que lo que necesitaba era dejar de creer en algo que nunca había existido. Releo lo que te escribí y me espanto, no me hallo, no puedo creer que haya escrito eso. Estaba tan convencida de que me querías aunque sea un poquito. Escribí muchas veces que creía fervientemente en lo que sentía cuando me mirabas, pero aparentemente las cosas cambiaron mucho. "Ojos que no ven, corazón que no siente", dicen por ahí. No sé si descarto del todo la posibilidad de que me quieras, creo que algo me tenés que querer para preocuparte por mi. Creo, no espero, sólo creo. Capas en éste tiempo pensaste en mi, te preguntaste como estaba, aunque nunca te encargaste de averiguarlo claro. Igual, no quiero hacer reproches. Me senté a escribir y ésto fue lo que salió. No quiero hacer un sólo reproche, ni uno. Ahora tengo la cabeza en otro lado, en otras cosas, en otras personas. Capas eso fue lo que necesitaba, alejarme un poco. Y aunque tardé en hacerlo, valió la pena la espera. Creo que todo se va dando como tíene que ser. Ahora aunque me acuerde de vos de vez en cuando, ya no siento esa imprudente necesidad de llorar. Supongo que ya te lloré lo suficiente en su momento. Tal vez nuestros caminos se vuelvan a juntar, no lo sé. Si eso llega a pasar espero que las cosas nos salgan un poco diferentes, y sino, buena suerte y hasta nunca.
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